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A vueltas con la prevalencia en el autismo: IMFAR 2018 (II)


El estado actual de las cosas (INFAR 2018)

Como decíamos en la publicación anterior (pincha AQUÍ) la Red de Monitorización del Autismo y otras Discapacidades del Desarrollo (ADDM) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en los EEUU en encarga de realizar los informes de prevalencia en este país, en función de los datos que recogen. Sus investigadores presentaron los resultados no publicados en la reunión anual de la Sociedad Internacional de Investigación del Autismo de 2018 en Rotterdam, Países Bajos, en los que se recoge que la mayor parte del incremento en la prevalencia del autismo en los Estados Unidos entre 2000 y 2012 se puede atribuir a los niños en el extremo leve del espectro.

En un informe separado, los investigadores también presentaron estimaciones tempranas de la prevalencia del autismo en Europa, basadas en encuestas en 14 países.

Las estimaciones de la prevalencia de autismo en los EE UU han aumentado significativamente de 1 en 150 niños en 2000, cuando ADDM comenzó a realizar su labor, 1 en 59 niños para los datos recopilados en 2014. Hay varias teorías sobre las razones de este aumento, pero la mayoría de los expertos están de acuerdo en que es el resultado de una mayor conciencia sobre la condición.

Los nuevos datos apoyan esta teoría, dice Eric Fombonne, profesor de psiquiatría de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon en Portland, que no participó en el estudio. Los resultados sugieren que la prevalencia del autismo está aumentando porque el ADDM está detectando niños ahora que se habrían perdido hace 18 años, por lo que para este investigador este organismo es un instrumento de detección.

Los investigadores analizaron las puntuaciones en las Escalas de Conducta Adaptativa de Vineland, una escala para medir la funcionalidad diaria, para 12.739 niños que se creía que tenían autismo (obtuvieron resultados afirmativos para el 55'9 por ciento de los niños con autismo identificados por el ADDM entre 2000 y 2012).

Los investigadores utilizaron las puntuaciones para agrupar a los niños en cuatro categorías, que van desde los que no tienen "limitaciones en el funcionamiento" (sin necesidad de apoyo) hasta aquellos con "limitaciones de moderadas a profundas" (con necesidad de apoyo moderada o profunda).

El número de niños con autismo en este grupo más severo se mantuvo estable desde 2000 hasta 2012, según Daisy Christensen, la epidemióloga del CDC que presentó los hallazgos. Los niños que "no tenían limitaciones aparentes en el funcionamiento" (sin necesidad de apoyo) y aquellos con "limitaciones límite" (con poca necesidad de apoyo) constituyeron la mayor parte del aumento.

¿Y en Europa?

Las anteriores comparaciones es posible realizarlas porque existen datos de prevalencia en EEUU que datan de hace 20 años. Por el contrario, no ha habido informes oficiales de prevalencia para Europa, hasta el momento.

Los investigadores están concluyendo una acción concertada entre 14 países europeos (ASDEU o las siglas de Autism Spectrum Disorder in the European Union), en respuesta a una solicitud oficial del Parlamento Europeo, según Joaquín Fuentes, jefe de la unidad de psiquiatría infantil de Policlínica Gipuzkoa, un hospital en San Sebastián, España. El miércoles, Fuentes presentó datos de Italia, Austria, Polonia, Rumania, Portugal y España, los países para los cuales el consorcio tiene más información hasta la fecha.

En general, los investigadores encontraron una prevalencia entre 0'6 y 1 por ciento en estos seis países; la prevalencia en los EEUU es del 1'69 por ciento. Aproximadamente el 0'7 por ciento de los niños en España tienen autismo, según el análisis (concretamente la encuesta se realizó en la provincia de Guipuzcoa).

Al ser este el estudio más grande de este tipo en el que se involucra a países para los cuales no existía ningún estudio de prevalencia, se trata de un estudio grandioso, según Ami Klin, director del Marcus Autism Centre de Atlanta, que no participó en el estudio.


El informe abarca a 160.000 niños matriculados en escuelas pertenecientes a los 14 países (en España, se contó con la participación de 108 centros y 9.138 niños y niñas de entre 7 y 9 años, el 62% de esa franja de población). Los investigadores dieron cuestionarios al profesorado para nominar al alumnado que se sospechaba que tenía autismo, en base, por ejemplo, a si los niños y niñas mostraban incomodidad social o no parecían entender los sentimientos de los demás.

Para cada niño designado, los investigadores también seleccionaron tres niños al azar de la misma escuela como controles. Todos estos niños completaron un cuestionario de comunicación social. Luego, los médicos evaluaron a todos los niños y niñas que obtuvieron puntuaciones por encima de el punto de corte para el autismo.

El estudio está en curso y se espera que el informe oficial, que detalla la prevalencia en cada uno de los países, se publique en junio.

¿Hay un incremento de la prevalencia? 
¿Hay una epidemia de autismo?

La respuesta parece ser “no”, aunque la duda sobre si hace 70 años realmente había tantos casos como hoy quizá siga en el aire.

Los datos del estudio del proyecto ASDEU parecen concordar con otros realizados previamente en Suecia por Christopher Gillberg y su equipo (uno de los más extensos realizados hasta la fecha) con el objetivo de constatar si realmente existe un inmenso aumento de los casos de autismo en Suecia, o por el contrario el aumento de la prevalencia está ligado a otros factores. En este estudio se analizaron los datos de 1.078.975 niños (4.620 con autismo) y 19.993 gemelos (190 con autismo) suecos nacidos entre los años 1993 al 2002 y los resultados respaldan la teoría de que el incremento de autismo se debe a un mayor conocimiento sobre las características de esta condición que conduce a un mayor número de diagnósticos, y no tanto de un aumento real de los casos. A lo anterior hay que añadir que un mayor conocimiento implica también una mayor facilidad para llegar a un diagnóstico, tanto en ámbitos profesionales como familiares.


El estudio sueco viene a refrendar los datos que se publicaron sobre la prevalencia del autismo en Dinamarca, y también con otro  estudio en el Reino Unido publicado en 2013, en el que se recogía la estabilidad de la prevalencia del autismo entre los años 2004 a 2010,  en los niños de 8 años de edad. Por tanto estaríamos de una prevalencia media de 1/150 a 1/175, cifras que obtienen un fuerte consenso a nivel internacional, si bien Autismo Europa aboga por la ratio de 1 nacimiento de persona con autismo por cada 100 nacimientos.

En resumen la prevalencia en EEUU es del 1'69% por ciento  frente al 0'6/1% en Europa, y parece que donde más incide el aumento de los casos es en el lado más “leve” del espectro del autismo.

Bibliografía


Autismo Europa (2012). European Days of Autism 2012: Autism and the challenges of ageing. http://www.autismeurope.org/





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