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Mostrando entradas de marzo, 2019

¿Y si no fueses capaz de reconocer las caras? La prosopagnosia en el autismo

En la publicación de hoy vamos a analizar un concepto como el de la prosopagnosia, una realidad muy vinculada al autismo. Vamos realizar un pequeño análisis sobre ello. ¿Qué es la prosopagnosia? Existe constancia de que algunas personas con autismo presentan prosopagnosia o “ceguera facial” es decir, la dificultad o incapacidad para reconocer las caras de la gente. Esta condición hace que no reconozcan ninguna cara salvo las que les resultan más familiares aunque muchas personas con prosopagnosia no pueden reconocer incluso a familiares, compañeros o amigos. La ceguera facial a menudo afecta a las personas desde el nacimiento (se especula que su origen sea genético y de transmisión familiar aunque también podría ser provocada por un golpe, una herida en la cabeza o una enfermedad grave) y generalmente es una realidad que la persona vive durante la mayor parte o la totalidad de su vida, pudiendo tener un impacto severo en su día a día. ¿Qué causa la prosopagnosia? H

Autismo preverbal: siete maneras de ayudar a estos niños y niñas a hablar

Geraldine Dawson es sin duda una persona con  una destacadísima trayectoria investigadora en el campo del autismo. En la actualidad es la directora del Duke Center for Autism and Brain Development , tras ejercer cargos en diversas universidades o el puesto de primera directora científica de Autism Speaks (si quieres saber más sobre ella pincha AQUÍ ). En nuestro país quizás su obra más famosa es el Early Start Denver Model , elaborado junto a Sally Rogers (si quieres saber más sobre esta obra pincha AQUÍ ). El artículo que planteamos hoy lo escribió junto con la psicóloga clínica Lauren Elder y en él desmiente la idea que en ocasiones se les ha dicho a las familias en la línea de que si su hijo o hija con autismo no habla antes de los   4 ó 5 años, es probable que nunca lo haga. Algunos grupos de investigación han contrarrestado este punto de vista, citando casos de niños y niñas que desarrollaron el lenguaje durante la escuela primaria o incluso la adolescencia.  En el est

Estilo perceptivo en el autismo: peculiaridades sensoriales y sencillos consejos prácticos

En su libro “El cerebro autista” del que ya hablamos en este blog (si quieres leerlo pincha AQUÍ ) la doctora Temple Grandin se presenta como un claro ejemplo de sensibilidad al tacto, tal y como ha recogido en sus diferentes libros. Dice Grandin que la ropa, si no tiene la textura adecuada, le pone enferma y expone múltiples ejemplos de la página Wrong Planet (si quieres consultarla pincha AQUÍ ) sobre sensibilidades autistas en las que interviene el sentido de tacto: *"Sencillamente, no soporto la arena húmeda. Las obligadas vacaciones en la playa eran para mí un infierno". *"Soy completamente incapaz de tocar objetos blandos… ositos de peluche, sábanas muy suaves, etc. sobre todo si tengo las manos secas. Solo pensarlo me produce una agonía inenarrable". *"Arena mojada, crema y toallas. Es para mí la peor de las combinaciones, aquella en que se unen la piel untada de loción y llena de arena, y enjuagarme con una malla húmeda". *"

La historia olvidada de la mujer que definió el autismo (II)

La semana pasada publicamos la primera parte sobre la historia de la mujer que definió el autismo (puedes leerla AQUÍ ). Continuemos con esta historia...  La conexión austriaca Una historia no muy diferente a la de Sukhareva, sucedió en Viena aproximadamente al mismo tiempo que hacía sus observaciones sobre el autismo. Dos jóvenes doctores judíos, el médico Georg Frankl y la psicóloga Anni Weiss , trabajaron en una clínica de psiquiatría infantil similar al sanatorio de Moscú. El jefe psiquiatra de la clínica de Viena, Erwin Lazar, creía que los médicos deberían jugar con los niños para comprender su comportamiento, y la instalación tenía 21 camas para acomodar a los niños con problemas graves. Al observar de cerca a esos niños, Frankl y Weiss también describieron rasgos autistas de una manera que reconocemos hoy. Y lo hicieron al menos una década antes que Kanner y Asperger. Desde principios hasta mediados de la década de 1930, Frankl y Weiss escribieron varios informe