Durante el verano, además del
necesario descanso, siempre me gusta dedicar algo de tiempo a cuestiones y
lecturas relacionadas con el trabajo. Este año, entre otras cosas, le he
dedicado un tiempo a la lectura a la nueva edición de la Clasificación Internacional
de Enfermedades (CIE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en lo
relacionado con el autismo y me parece interesante compartir las conclusiones
aquí en el blog.
Las personas que
consideramos el autismo como una condición del desarrollo expresada de forma
variable, no solemos encontrarnos muy cómodas con las terminologías como
“enfermedad” o “trastorno” recogidas en estos manuales, pero es imprescindible
conocerlas y manejarlas ya que tanto desde el ámbito normativo (por ejemplo en
la LOMCE) como en las diferentes publicaciones científicas o divulgativas sobre
este ámbito lo exigen, si bien sí me parece interesante hacer siempre
referencian al concepto de “condición”. Una vez plasmada esta aclaración, sigamos
con el tema que nos ocupa.
Como sabréis, hay dos grandes
sistemas de clasificación diagnóstica utilizados en el ámbito (aunque no solamente) de la psiquiatría: por una parte está el DSM (Diagnostic and Statistical Manual
of Mental Disorders) o Manual
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana
de psiquiatría (American Psychiatric Association, APA) que
contiene descripciones, síntomas y otros criterios para diagnosticar los
trastornos mentales. Este manual, de referencia en EEUU aunque con gran
influencia en resto del mundo, publicó su quinta edición en mayo de 2013 y en
el mismo, los trastornos se organizan en veintiún categorías diagnósticas.
Por otra parte, se encuentra la Clasificación Internacional de las
Enfermedades y Trastornos relacionados con la Salud Mental efectuada por la OMS
(OMS), que acaba de sacar a la luz su última versión, la número 11. Se trata un sistema de clasificación de enfermedades e inconvenientes
relacionados con la salud y que tiene fuerte implantación en Europa.
La CIE, que es el instrumento
fundamental para identificar tendencias y estadísticas de salud en todo el
mundo, contiene alrededor de 55000 códigos únicos y proporciona un
lenguaje común que permite a los profesionales de la salud compartir
información sanitaria en todo el mundo.
La CIE-11, ha sido elaborada desde hace más de 10 años, y contiene mejoras significativas, según la
propia OMS, con respecto a las versiones anteriores. Entre ellas, esta versión
por primera vez es completamente electrónica y tiene un formato mucho más fácil
de usar. Asimismo ha habido una participación sin precedentes de los
trabajadores sanitarios en su elaboración, que han asistido a reuniones y han
presentado propuestas. El equipo de la CIE en la sede de la OMS ha recibido más
de 10 000 propuestas de revisión.
La CIE-11 se presentará en la
Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2019 para su adopción por los estados miembros, y entrará en vigor el 1 de enero de 2022. Esta presentación (podéis
consultarla AQUÍ) es un avance que permitirá a los países planificar cómo usar
la nueva versión, preparar las traducciones y capacitar a los profesionales de
la salud.
Entre algunos de los usos de la
CIE se encuentra la utilización por parte de las aseguradoras
médicas, por los administradores de los programas nacionales de salud, por los
especialistas en recopilación de datos y por otras personas que hacen un
seguimiento de los progresos en la salud mundial y determinan la asignación de
los recursos sanitarios (de ahí la importancia de estos manuales estadísticos).
La
CIE en lo relacionado con el autismo
Una vez planteado qué es la CIE
y para qué se utiliza vamos poco a poco a introducirnos en este manual en
relación con el autismo.
El manual se divide en 26
apartados y de ellos, en el que nos vamos a centrar es el 06 titulado “Mental,
behavioural or neurodevelopmental disorders” (Trastornos mentales, del
comportamiento o del neurodesarrollo). Estos trastornos se definen como “síndromes
caracterizados por alteraciones clínicamente significativas en la cognición,
regulación emocional o comportamiento de un individuo que reflejan una
disfunción en los procesos psicológicos, biológicos o de desarrollo que
subyacen al funcionamiento mental y conductual. Estas perturbaciones
generalmente están asociadas con angustia o deterioro en áreas personales,
familiares, sociales, educativas, ocupacionales u otras áreas importantes de
funcionamiento”.
Dentro de esta categoría se
incluyen varios tipos (la esquizofrenia, la catatonia, los trastornos
obsesivo-compulsivos etc.) y entre ellos se encuentra los “Neurodevolpmental disorders” o Trastornos del neurodesarrollo. Estos
últimos son “trastornos conductuales y
cognitivos que surgen durante el período de desarrollo y que implican
dificultades significativas en la adquisición y ejecución de funciones
intelectuales, motoras o sociales específicas. Aunque los déficits conductuales
y cognitivos están presentes en muchos trastornos mentales y conductuales que
pueden surgir durante el período de desarrollo (por ejemplo, esquizofrenia,
trastorno bipolar), solo se incluyen en esta agrupación los trastornos cuyas
características principales son el desarrollo neurológico. La etiología
presunta para los trastornos del neurodesarrollo es compleja, y en muchos casos
individuales se desconoce”.
Esta subcategoría engloba los
siguientes códigos:
*6A00 correspondiente a los “Disorders of intellectual development”
o “Trastornos del desarrollo intelectual”
*6A01 correspondiente a los
“Developmental speech or
language disorders” o “Trastornos del desarrollo del habla y del
lenguaje”.
*6A03 que corresponde con los “Developmental learning disorder” o
“Trastorno del desarrollo del aprendizaje”.
*6A04 correspondiente al “Developmental motor coordination disorder “ o “Trastornos
del desarrollo de la coordinación motora”.
*6A05 que corresponde al “Attention deficit hyperactivity disorder”
o “Trastorno de hiperactividad y déficit de atención”.
*6A06 que corresponde con el “Stereotyped movement disorder” o
“Trastono del movimiento estereotipado.
*Otros códigos como la 8A05.0 del “Primary tics
or tic disorders”; 6E60 del “Secondary neurodevelopmental syndrome”; 6A0Y
del “Other specified neurodevelopmental disorders” y 6A0Z del “Neurodevelopmental
disorders, unspecified”
Por último, el protagonista de
esta publicación y del blog que nos ocupa, el 6A02 del “Autism Spectrum Disorder” o Trastorno del Espectro Autista.
El
Trastorno del Espectro Autista en la CIE 11
El Trastorno del Espectro Autista
se caracteriza, según el CIE, “por
déficits persistentes en la capacidad de iniciar y mantener la interacción
social recíproca y la comunicación social, y por una gama de patrones de
conducta e intereses restringidos, repetitivos e inflexibles. El inicio del
trastorno ocurre durante el período de desarrollo, generalmente en la primera
infancia, pero los síntomas pueden no manifestarse plenamente hasta más
adelante, cuando las demandas sociales superan capacidades limitadas. Los
déficits son lo suficientemente severos como para causar deterioro en las áreas
de desarrollo personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas
importantes de funcionamiento y generalmente son observables en todos los
entornos, aunque pueden variar según el nivel social, educativo o de otro tipo.
Las personas a lo largo del espectro exhiben una gama completa de capacidades
de lenguaje y de desarrollo intelectual”.
Una de las novedades de este
nuevo CIE es que establece unos nuevos criterios de división de los subgrupos
que conformarían los Trastornos del Espectro del Autismo. Vamos a continuación
a ver cada uno de ellos y su definición.
*6A02.0 “Autism spectrum disorder without disorder of intellectual development
and with mild or no impairment of functional language” o “Trastorno del
espectro autista sin trastorno del desarrollo intelectual y con deterioro leve
o nulo del lenguaje funcional”.
El CIE establece que en esta
subdivisión:
-Se cumplen todos los
requisitos de la definición para el trastorno del espectro autista.
-El funcionamiento intelectual
y el comportamiento adaptativo se encuentran, al menos, dentro del rango
promedio.
-Solamente hay un deterioro leve, o bien no
existe, en la capacidad del individuo para emplear el lenguaje (hablado o escrito)
para fines instrumentales, como expresar necesidades y deseos personales.
*6A02.1 “Autism spectrum disorder with disorder of intellectual development and
with mild or no impairment of functional language” o “Trastorno del
espectro autista con trastorno del desarrollo intelectual y con deterioro leve
o nulo del lenguaje funcional” .
El CIE establece que en esta
subdivisión:
-Se cumplen todos los
requisitos de la definición para el trastorno del espectro autista y el
trastorno del desarrollo intelectual.
-No existe o existe una
alteración leve en la capacidad del individuo para usar un lenguaje funcional
(hablado o escrito) con fines instrumentales, como expresar necesidades y
deseos personales.
6A02.2 “Autism spectrum disorder without disorder of intellectual development
and with impaired functional language” o "Trastorno del espectro
autista sin trastorno del desarrollo intelectual y con el lenguaje funcional afectado".
El CIE establece que en esta
subdivisión:
-Se cumplen todos los
requisitos de la definición del trastorno del espectro autista.
-El funcionamiento intelectual
y el comportamiento adaptativo se encuentran, al menos, dentro del rango
promedio.
-Hay un marcado deterioro en el
lenguaje funcional (hablado o escrito) en relación con la edad del individuo,
donde el individuo no puede usar más que palabras sueltas o frases simples para
fines instrumentales, como expresar sus necesidades y deseos personales.
6A02.3 “Autism
spectrum disorder with disorder of intellectual development and with impaired
functional language” o “Trastorno del espectro autista con
trastorno del desarrollo intelectual y con lenguaje funcional afectado”.
El CIE establece que en esta
subdivisión:
-Se cumplen todos los requisitos de la definición del
trastorno del espectro autista y del trastorno del desarrollo intelectual.
-Existe un marcado deterioro en el lenguaje
funcional (hablado o escrito) en relación con la edad del individuo. La persona
no puede usar más que palabras o frases simples para fines instrumentales, como
por ejemplo para expresar necesidades o deseos personales.
6A02.4 “Autism spectrum disorder without disorder of intellectual development
and with absence of functional language” o
“Trastorno del espectro autista sin trastorno del desarrollo intelectual
y con ausencia de lenguaje funcional”.
El CIE establece que en esta
subdivisión:
-Se cumplen todos los
requisitos de la definición del trastorno del espectro autista.
-El funcionamiento intelectual
y el comportamiento adaptativo se encuentran, al menos, dentro del rango
promedio.
-Existe una ausencia completa o
casi completa, en relación con la edad de la persona, de la capacidad, para usar un lenguaje
funcional (hablado o escrito) con fines instrumentales, como expresar
necesidades y deseos personales.
6A02.5 “Autism spectrum disorder with disorder of intellectual development and
with absence of functional language”
o “Trastorno del espectro autista con trastorno del desarrollo
intelectual y con ausencia de lenguaje funcional”.
-Se cumplen todos los requisitos de la definición del
trastorno del espectro autista y del trastorno del desarrollo intelectual
-Existe una ausencia completa o
casi completa, en relación con la edad de la persona, para emplear un lenguaje
funcional (hablado o escrito) con fines instrumentales, como expresar
necesidades y deseos.
6A02.Y “Other specified autism spectrum disorder” o “Otros trastornos del espectro
autista especificados”.
Se trata de una categoría residual
6A02.Z “Autism spectrum disorder, unspecified”
o “Trastorno del espectro autista no especificado”
Se trata de una categoría
residual.
Hasta aquí el repaso por lo que
nos ofrece el nuevo CIE. En mi opinión, por lo que conocemos hasta el momento y
a falta de una mayor profundización, es interesante esta nueva categorización
del espectro del autismo pero quizás sería interesante combinarla con las novedades
que aportó el DSM V, como la necesidad de apoyo o las peculiaridades en el desarrollo sensorial de las personas con autismo.
Bibliografía
http://www.who.int/es/news-room/detail/17-06-2018-who-releases-new-international-classification-of-diseases-(icd-11)
Muy interesante, siempre acudimos al DSM v y olvidamos otras clasificaciones. Muchas gracias por recordarlas!!
ResponderEliminarA ti por leerlo 😉
EliminarUna vez más, gracias compañero.
ResponderEliminarA ti por dedicarle tu tiempo para leerlo 😉
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