Hoy, 2 de abril, es el
Día Mundial para la concienciación sobre el autismo y es especial por
varios motivos: uno de ellos es que el blog cumple dos años (¡mil gracias
lectores y lectoras por las más de doscientas cincuenta mil páginas visitadas!)
y el otro porque el texto que vais a leer no estaba ni siquiera planificado. Es
cierto que tenía un borrador preparado, pero al abrir a primera hora
Facebook, vi la publicación de Bea, la mámá de Pelayo
(uno de “mis chicos”; ya sabéis, cosas de profe), y me ha parecido una reflexión
tan bonita y acertada que le he pedido permiso para compartirla aquí en el
blog. Espero que os guste tanto y os produzca la misma emoción que a mí al
leerla.
Rompamos Barreras por el Autismo. Es el lema de este
año para el 2 de Abril: Día Mundial para la Concienciación del Autismo. Hay
mucho trabajo por hacer, pero la barrera más importante que tenemos que romper
las familias es la aceptación del Autismo como parte de nuestros hijos.
Dejemos de buscar llegar a la normalización (¿qué es ser normal? ¿Eso es mejor que tener Autismo? Eso daría para otro debate) de la persona con CEA, Condición del Espectro Autista. Respetemos sus gustos, su forma de autorregularse cuando se encuentra saturad@ y/o no sabe qué hacer, démosles herramientas para enfrentarse a un mundo que no está preparado para ell@s, informémonos y formémonos sobre cómo piensa y por qué para entenderlo.
Es importante ver el vaso medio lleno. Que no nos oigan hablar del Autismo como algo horrible, ya que es una parte intrínseca de su ser y ell@s son lo mejor que nos ha pasado en el mundo.
No olvides tu meta cuando nació tu hij@: Hacerl@
feliz. Porque sí, porque también hay felicidad cuando convives con el Autismo.
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