“Rabietas” y “crisis sensoemocionales”: orígenes distintos para un mismo (y desagradable) resultado.
Vamos a intentar clarificar en esta
publicación entre las “rabietas o
perretas” y las “crisis
sensoemocionales” ya que nos pueden confundir en nuestra convivencia con la
persona con autismo. Lo cierto es que para la persona que las observa pueden
parecer muy similares. Sin embargo, para los niños y niñas con dificultades de
procesamiento sensorial o de autocontrol y autorregulación, son cuestiones muy
diferentes. Conocer esas diferencias pueden ayudarnos a dar una respuesta más
útil para nuestro alumnado.
Qué
es una perreta o rabieta
-Una perreta o rabieta es un estallido
emocional que sucede cuando un niño o niña está tratando de obtener algo que
quiere o necesita y, por lo tanto, puede ser deliberado. Algunos niños y niñas
con dificultades en aspectos del aprendizaje y/o de la atención (caso de la
infancia con autismo) son más propensos a tener perretas. Por ejemplo, pueden
ser impulsivos y mostrar dificultades para controlar sus emociones o
pueden enfadarse o frustrarse con mayor facilidad.
Un niño puede tener una perreta si no consigue
inmediatamente un objeto que desea. O una niña podría enfadarse cuando le
prestamos atención a su hermano y ella quiere atención. Gritar, llorar o
agredir no son maneras apropiadas para expresar los sentimientos, pero si esto
sucede lo están haciendo por alguna razón.
En los casos de la rabieta o perreta el
niño o la niña tiene algo de control sobre su comportamiento y, de hecho, en
ocasiones podría detenerse en la mitad de una perreta para asegurarse que la
persona adulta lo está viendo. Cuando confirma que esto es así, podría
continuar con el berrinche como si nada hubiera pasado. Su perreta,
probablemente, terminará cuando obtiene lo que quiere o cuando se da cuenta que
no lo obtendrá actuando de esa manera.
Qué
es una crisis sensoemocional
-Una crisis sensoemocional es una
reacción a sentirse abrumado.
En algunos niños y niñas con autismo, sucede cuando hay que procesar demasiada
información sensorial. Por ejemplo, el exceso de gente y estímulos en un centro
de comercial podría desencadenarla. En otros niños y niñas, podría ser una
reacción al tener que reprimir emociones durante un periodo largo de tiempo o al
tener que gestionar demasiada información cognitiva, por ejemplo, realizar un
exceso de actividades en una sesión escolar podría causar un berrinche que
desencadena posteriormente en una crisis.
Así es como se produce una crisis. El
ruido en el parque de atracciones o una lista larga de actividades representan
información sensorial que desborda el cerebro del niño o niña con autismo.
Cuando esto sucede, se dispara en ellos la reacción de “lucha o huída”. Ese
exceso de información se desborda en forma de gritos, llanto, agresiones o
huidas.
Un aspecto importante es que una crisis
puede no parecer siempre "lógica" para otra persona o puede no estar
relacionada con lo que está sucediendo en ese momento, lo que puede hacer que
la razón que origina la crisis sea confusa para las personas que rodean a la
persona con autismo. Por ejemplo: una razón frecuente de una crisis en el
hogar puede ser debida a la represión de emociones (tratando de hacer frente a
las demandas) en situaciones escolares. Las dificultades y las exigencias
del día a día escolar se desarrollan gradualmente hasta que se “dejan salir” en
forma de crisis en un ambiente seguro como es el hogar.
La concienciación
y la difusión sobre el origen y las características de estas crisis son
necesarias para que se puedan tomar medidas positivas en forma de apoyo y ayuda, disminuyendo así el impacto que
esta experiencia puede tener en las personas y familias que se enfrentan a estas
situaciones a diario. Nadie quiere o necesita que se le acuse de comportamientos
que están fuera de su control.
¿Cómo
podemos diferenciar una crisis de una rabieta?
- Objetivo definido
vs sobrecarga. Una rabieta en un niño pequeño
generalmente proviene de la frustración de no obtener lo que quiere en ese
momento: ya sea por un juguete, por ser incapaz de abotonarse su mandilón, o por
no querer acostarse. Mientras que las rabietas en los niños o niñas
pequeños pueden ser más frecuentes cuando están cansados, hambrientos o no se
sienten bien, siempre están orientadas a uno o varios objetivos. O la
frustración por no obtener lo que quieren, por no poder hacer lo que quieren, o
incluso por no ser capaces de comunicar adecuadamente lo que quieren.
Por otro lado, una crisis se trata de
sentirse abrumado. Para alguien con autismo, cuando llega al punto de sobrecarga
sensorial, emocional y de información, o incluso vive situaciones de demasiada
imprevisibilidad, se pueden desencadenar una variedad de comportamientos
externos que son similares a una rabieta (como llorar, gritar o manotear).
- Las perretas
necesitan un “público” presente, las crisis no tienen por qué. La rabieta, generalmente, se
detiene cuando la persona adulta ignora el comportamiento, cuando el niño o
niña es retirado de un espacio donde ocurre el comportamiento o cuando el niño
o niña obtiene lo que quiere (aunque ésta no es necesariamente
la mejor manera de lidiar con las perretas). Una crisis ocurrirá con o sin
“público”. Pueden ocurrir cuando la persona con autismo está completamente
sola. Son la respuesta ante una sobrecarga de estímulos externos que
conduce a una explosión emocional.
- Para
expresarlo de forma sencilla: las
rabietas son un arrebato de enfado o frustración, mientras que las crisis son
una reacción al sentirse abrumado. Una persona con autismo no tiene
control sobre sus crisis, y no se beneficiará de las medidas normales para
reducir las rabietas, como la distracción, los abrazos, los incentivos para
'comportarse bien' o cualquier otra forma de disciplina positiva.
Diferentes
estrategias para las rabietas y las crisis
Una rabieta es un comportamiento
deliberado en los niños y niñas más
pequeños y, por lo tanto, se puede configurar progresivamente ante la
recompensa de los comportamientos deseados, mientras que una crisis puede ocurrir
a lo largo de la vida y no se ve afectada por un sistema de recompensas. Las
rabietas desaparecen lentamente a medida que un niño crece, pero las crisis puede
que no desaparezcan nunca.
Las causas de las rabietas y las crisis
son diferentes, así como las estrategias que pueden ayudar a controlarlas. Es
importante recordar que la diferencia clave entre los dos tipos de estallidos
emocionales es que las rabietas generalmente tienen un propósito. Los niños
están intentando conseguir algo. Las crisis son reacciones a algo y usualmente
están fuera del control del niño o la niña.
Con frecuencia, un niño o niña puede
detener un berrinche si obtiene lo que quiere o si es recompensado por
comportarse de manera más apropiada. Una crisis, en cambio, es probable que no
termine cuando un niño obtiene lo que quiere. De hecho, puede que ni siquiera
sepa lo que quiere.
Las crisis tienden a terminar cuando el
niño está agotado o cuando el exceso de información disminuye. Por ejemplo, el
niño podría dormirse en el coche al regresar del centro comercial en el que se
ha producido la crisis. O podría comenzar a calmarse al salir del mismo.
Entonces, ¿cómo podemos responder a las
perretas y a las crisis de manera diferente?
En el caso de las perretas, debemos
“reconocer” lo que el niño o la niña quiere pero sin ceder. Le haremos saber
que entendemos lo que quiere y que cuando el comportamiento sea el adecuado lo
obtendrá si es posible dárselo. Para ello le ayudaremos y le enseñaremos la
opción correcta, por ejemplo “cuando termines de gritar entonces te seguiré
contando el cuento”.
En el caso de las crisis, para
controlarlas, ayudaremos al niño o a la niña a encontrar un lugar tranquilo y
seguro donde reducir la intensidad de estímulos, e intentaremos actuar de una
manera tranquila y reconfortante sin hablar demasiado. El objetivo es reducir
la cantidad de información sensorial al que el niño o la niña está expuesta. Lo
que debemos intentar cuando suceden es:
-Garantizar la seguridad. Las personas con autismo pueden lastimarse
involuntariamente a sí mismas o a otras personas durante sus crisis. Buscaremos
una estrategia para mantener a la persona y a nosotros mismos a salvo de
daños. Por ejemplo puedes consultar el enfoque Low Arousal pinchando
AQUÍ),
-Desarrollar una rutina de calma. Tener una rutina de calma efectiva para
el niño o la niña y las personas adultas es muy útil. Algunas personas aún
pueden necesitar ayuda para calmarse incluso después de que se agota la energía
de la crisis. Esto puede incluir imágenes, música, respiración... lo que
funcione mejor en relación con cada persona.
-Evaluar el
patrón de comportamiento del niño o niña para ver cómo se produce la crisis
puede ser muy útil. Así podríamos iniciar una rutina de calma
antes de que estalle la crisis si conocemos los síntomas que pueden incluir desde
el balanceo, el pedir salir de un lugar o simplemente escabullirse para
escapar, etc. Si comprendemos lo que desencadena la crisis, es posible que podamos
detener el colapso antes de que ocurra.
-Mantener
la calma: las crisis pueden tener
una escalada, por lo que mantener la calma para que no añadir más motivos a esa
situación es primordial. Si convives con una persona con autismo en
cualquier entorno (familiar, escolar) es probable que se produzcan estas crisis. Aprender
a darle respuesta de forma tranquila y tener una estrategia que funcione es la mejor manera de ayudar.
A continuación una tabla resumen
elaborada por Understood (ver Bibliografía) y traducida, que nos puede ayudar a
comprender mejor la diferencia.
Perreta
|
Crisis emocional
|
|
Qué es
|
·
Un estallido por enfado o frustración
·
El niño o niña podría gritar, llorar, agredir, contener
la respiración…
·
Por lo general el niño o niña tiene cierto control
de su comportamiento durante su perreta.
·
La conducta tiende a parar cuando el niño o niña obtiene
lo que quiere. Sin embargo, las perretas se pueden convertir en crisis
emocionales
|
·
Una reacción a sentirse abrumado
·
El niño o niña podría gritar, llorar, agredir, huir
y/o encerrarse en sí mismo y aislarse
·
Las crisis emocionales están fuera del control del
niño o niña.
·
La conducta suele terminar cuando el niño o niña se
agota o cuando hay un cambio en la cantidad de estimulación sensorial
|
Qué lo desencadena
|
·
El deseo de conseguir algo, evitar algo o provocar
una reacción específica
·
Frustración
·
No ser capaz de comunicar las necesidades y los
deseos
|
·
Sobrecarga sensorial, de información o emocional
·
Frustración intensa
·
Cambios repentinos en las rutinas o las expectativas
·
No ser capaz de comunicar las necesidades y los
deseos
|
Señales que puede observar
|
·
La persona adulta sabe lo que el niño o niña quiere
o a qué está reaccionando
·
El niño o niña decide adoptar cierto comportamiento
·
Es capaz de poner atención a lo que sucede a su
alrededor
·
Observa las reacciones de otras personas y ajusta su
comportamiento de acuerdo a ellas
·
Puede que esté intentando negociar una solución
mientras grita
·
Su comportamiento termina cuando obtiene (o no
obtiene) lo que quiere o evita hacer lo que no quería hacer
|
·
Puede que usted no sepa lo que el niño o niña quiere
o ante qué está reaccionando
·
Parece que el niño o niña no tiene control sobre su
comportamiento y está muy nervioso
·
Se niega a escuchar o intenta escapar. No es capaz
de procesar lo que ocurre a su alrededor
·
No responde a las reacciones o intentos de las
personas de comunicarse con él o ella
·
Pierde su capacidad de resolver problemas y negociar
soluciones
·
Necesita tiempo para tranquilizarse y recuperarse,
inclusive después que la situación que ha sido resuelta
|
Hasta aquí la publicación de hoy. Espero que haya sido
de utilidad y que pueda ayudar a las personas que convivimos con niños y niñas
con autismo a darles la respuesta que necesitan en estas situaciones lo mejor
que podamos y sepamos.
Bibliografía
https://www.understood.org/es-mx/learning-attention-issues/child-learning-disabilities/sensory-processing-issues/the-difference-between-tantrums-and-sensory-meltdowns
https://www.understood.org/es-mx/learning-attention-issues/child-learning-disabilities/sensory-processing-issues/compare-the-signs-how-to-tell-a-tantrum-from-a-meltdown
https://autismawarenesscentre.com/what-is-the-difference-between-a-tantrum-and-an-autistic-meltdown/
https://themighty.com/2017/04/meltdowns-are-not-the-same-as-tantrums/
https://autismawarenesscentre.com/studio-3-canada/
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